Replanteando la felicidad
Por Mario Vidal Menares, Psicólogo, Magíster en Educación Emocional, Presidente Fundación Conectemos.
En los últimos años, Chile ha experimentado un aumento significativo en el consumo de antidepresivos. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro país se encuentra entre los diez primeros en consumo de estos medicamentos, con un promedio de 94,3 dosis diarias por cada 1.000 habitantes. Esta tendencia nos invita a reflexionar sobre cómo estamos entendiendo y buscando la felicidad en nuestra sociedad.
La felicidad más allá del bienestar superficial
La felicidad no debe reducirse únicamente a la satisfacción de necesidades materiales o al placer momentáneo. Diversos pensadores han profundizado en este concepto:
-
Aristóteles: Introdujo el término eudaimonía, que se traduce como “florecimiento humano” o “felicidad”, y sostenía que esta se alcanza viviendo una vida con propósito y virtud.
-
Viktor Frankl: Psiquiatra y neurólogo austriaco, fundador de la logoterapia, centrada en la búsqueda de sentido como fuente de bienestar. En su obra El hombre en busca de sentido, relata cómo encontrar propósito incluso en situaciones extremas puede conducir a una vida plena.
-
Martin Seligman: Considerado el padre de la psicología positiva, propone que la felicidad auténtica se basa en encontrar significado y propósito en la vida, más allá de la búsqueda de placer inmediato.
-
Susan Wolf: Filósofa contemporánea que ha investigado la conexión entre el significado de la vida y la felicidad. En su libro Meaning in Life and Why It Matters, argumenta que una vida significativa es esencial para el bienestar humano.
-
Lisa Bortolotti: Filósofa que ha editado obras como Philosophy and Happiness, donde se exploran diversas perspectivas filosóficas sobre cómo el sentido de la vida influye en la felicidad.
Construyendo una filosofía familiar de la felicidad
La familia es el primer espacio donde aprendemos sobre emociones, relaciones y valores. Desarrollar una filosofía compartida sobre la felicidad puede fortalecer los lazos familiares y promover un bienestar integral. A continuación, algunas estrategias prácticas para implementar en el hogar:
-
Fomentar la comunicación abierta: Establecer momentos diarios para que cada miembro exprese sus sentimientos y experiencias. Por ejemplo, durante la cena, cada persona puede compartir algo positivo y algo desafiante de su día.
-
Practicar la gratitud en conjunto: Crear un “frasco de gratitud” donde cada integrante escriba algo por lo que esté agradecido y, al final de la semana, leerlos juntos.
-
Realizar actividades significativas en familia: Participar en voluntariados, proyectos comunitarios o simplemente dedicar tiempo a actividades que aporten un sentido de propósito compartido.
-
Establecer rutinas saludables: Incorporar hábitos como ejercicios en familia, meditaciones o lecturas conjuntas que promuevan el bienestar físico y mental.
-
Celebrar los logros y aprendizajes: Reconocer y celebrar tanto los éxitos como las lecciones aprendidas de las dificultades, reforzando la resiliencia y el apoyo mutuo.
Reflexión final
Al replantear nuestra comprensión de la felicidad y enfocarnos en construirla desde el núcleo familiar, podemos contrarrestar tendencias preocupantes como el aumento en el consumo de antidepresivos. La felicidad auténtica se cultiva en relaciones significativas, propósitos compartidos y una comunicación sincera. Es en la familia donde encontramos el soporte esencial para enfrentar los desafíos de la vida y donde aprendemos que la verdadera felicidad trasciende el bienestar superficial, arraigándose en un sentido profundo de conexión y propósito.
Ps. Mario Vidal Menares
Excelente artículo!! Felicitaciones Mario!!🤗🤗👍👍