Tener libertad de elegir qué hacer después de salir del colegio, puede disminuir la ansiedad y/o estrés que esta decisión puede generar en la vida de un joven o adolescente. Este camino de acompañamiento se da toda la vida, debiendo acentuarse durante el inicio de la enseñanza media.
Por: Centro de Salud Conectemos
Como familia, podemos transmitir que hoy existen muchas opciones para estudiar. “Nosotros tenemos como país incorporado el paradigma de que estudiar solo en Universidad tradicional es seguro de éxito, cuando en la práctica sabemos que las carreras profesionales en institutos profesionales tienen buen futuro, que tenemos universidades privadas de buen nivel, existen institutos técnicos que ofrecen alternativas con un gran potencial, hay centros de formación técnica. Y cualquiera es una buena elección, todo depende del interés, de aquello que realmente nos apasiona”, afirma Ana María Rojas, psicóloga y coach del Centro de Salud Emocional y Familiar Conectemos.
Como familia, es importante generar conciencia sobre esta apertura a distintas opciones, entendiendo que la opción que el adolescente tomé se basará en sus intereses, habilidades personales y no, en los intereses de otros, en este proceso es muy importante que le permitamos expresar y explorar aquello que realmente llama su atención, independiente de la expectativa de los padres o carreras que tradicionalmente se estudien en la familia.
En este punto, la decisión que tome nuestro hijo/a en torno a su educación superior, tendrá que ir acompañada de información y contención, ya que la presión social que se ejerce respecto a esta decisión es bastante alta; un factor clave en este acompañamiento nos comenta Ana María es hacerle preguntas a nuestro hijo/a, tales como: ¿Dónde imaginas que vas a trabajar?, ¿en una oficina?, ¿al aire libre?, ¿solo o en equipo?…
Lo primero entonces es mostrar que existen muchas opciones y que nada lo apura y lo segundo es abrir instancias de dialogo para que se pueda dar un momento de reflexión. “La sociedad se esmera en poner como plazo fatal la salida de cuarto medio para decidir del futuro”, asegura nuestra psicóloga.
Si gestionamos los espacios de comunicación familiar, apoyo y apertura de opciones, disminuimos la probabilidad de la aparición de ansiedad, síntomas depresivos o pensamientos negativos; no es extraño encontrar mucha presión en torno a la elección e ingreso a la universidad, como si la vida dependiera de ello, entonces, nuestro rol como padres en el cuidado de la salud mental de nuestros hijos durante este proceso resulta fundamental.
Frente a padres muy estrictos que esperan que sus hijos cumplan sus propios deseos hay que tener claro una premisa fundamental según Ana María y es que “el sistema que no flexibiliza no avanza”. Entonces si vemos que hay actitudes que genera estrés hay que ser consciente del daño que pueden causar en los hijos y la pregunta que nos plantea nuestra psicóloga es ¿por qué actuar desde el estrés cuando lo podríamos hacer desde el entusiasmo?
Fundamental se hace entonces entender que la carrera no es un rol rígido. Hay muchas atribuciones que no corresponde a la realidad. Y si uno se desarrolla en algo que realmente le gusta se va abriendo caminos para otras cosas. Un ser humano no se reduce a una profesión. Son muchas las oportunidades que se pueden abrir a partir de una misma carrera. “Conectar con lo que realmente nos gusta activa nuestro potencial creativo”, afirma Ana María Rojas.